Policía Nacional de Colombia.
"Huele feo, es un loco, qué asco darle la mano, por qué no hacen algo, no debería estar aquí..." esto y todas las reacciones que puedas imaginar, las recibe este hombre y muchos otros habitantes de la calle en Candelaria. Quizá porque nos es mucho más sencillo ser prejuiciosos e indiferentes? pero está bien, la transformación la vamos logrando poco a poco con pequeñas acciones que mueven.
Y esto es algo que tiene latente el mayor Oscar Berhnard y el Patrullero Gustavo Campo quienes con su amor por lo social, entraron a la vida de este hombre candelareño para brindarle un poco de bienestar y felicidad...
Siendo conscientes de que todo es un proceso voluntario, lo acogieron en la estación de Policía de Candelaria para que tuviese la oportunidad de bañarse, usar ropa limpia, hidratar su cuerpo, peluquearse y mejorar significativamente su imagen para ser atendido posteriormente por profesionales de la salud. Muchos pensaran "...pero sigue igual, ¿qué objetivo tiene eso?..." y es aquí donde la gratitud sube de nivel, porque nada siguió igual...
Este hombre se llenó de alegría, se sintió valioso e importante; agradeció cada gesto porque dejó de ser ese hombre invisible ante las miradas de rechazo y pasó a ser ese candelareño que por ciertas situaciones, vive una vida diferente a la nuestra, pero que por su misma vida, es parte de la nuestra como comunidad solidaria e incluyente.
Con esto demostramos que sí es posible cambiar vidas y que si juntos formulamos estrategias innovadoras podremos reintegrarlos, superar y trascender esta "problemática" actual.